¿Por qué las marcas nos animan a votar?

Si vives en EEUU, tus calzoncillos, tu reproductor de música, tu refresco favorito y hasta la revista que lees en el baño te están diciendo lo mismo: VOTA. Más concretamente, vota en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre de 2020 entre Trump y Biden.

¿Por qué? ¿Y por qué ahora? ¿A quién quieren que vote? ¿De qué sirve? ¿Qué ganan ellas? Vamos a intentar analizar desde nuestro lado del Atlántico las claves detrás de este fenómeno político-publicitario, que si eres como nosotrxs te llamará mucho la atención.

Las marcas en las elecciones de Estados Unidos

Megadeth, Red Hot Chilli Peppers y Ozzy Osbourne llamando al voto en la campaña de MTV y Rock The Vote (1990)

Lo primero que nos debemos preguntar es: ¿es la primera vez que pasa? Sí y no. Lo de que personas y entidades fuera de la política animen al voto es algo habitual. Ya en 1990, MTV empezó a colaborar con la ONG “Rock The Vote” para llamar a la población joven de EEUU a votar.

Sin embargo, sí parece que la avalancha de cantidad de marcas que están mandando este mensaje esta vez es algo nuevo. Puede haber varias razones: estas son unas elecciones muy importantes para el futuro de la democracia en Estados Unidos, enmarcadas en una crisis sanitaria y económica enorme, y que ocurren en un momento en el que el propósito de las marcas es más relevante que nunca.

Estados Unidos es un país con una media de participación electoral más baja que muchos otros países desarrollados, especialmente entre la población joven. El proceso para votar es mucho más complicado que en España, y muchas personas no acuden a las urnas porque están trabajando (se celebran en martes).

“You Can’t Stop Our Voice”, campaña de Nike llamando al voto

Precisamente en este punto es donde se asientan muchas de las críticas a las marcas que animan a votar. Esas marcas tienen a mucha gente trabajando para ellas, y no todas acompañan sus mensajes sobre las elecciones con información sobre cómo van a asegurar que sus plantillas puedan ir a votar. Por ejemplo, UBER sí ha anunciado que dará el día libre a sus empleadxs para que puedan acudir a las urnas, pero no a sus miles de conductorxs (no considerados empleadxs de la compañía).

Aunque ninguna marca dice a sus clientes a quién votar (sí lo ha hecho el CEO de una empresa tecnológica estadounidense, con su correspondiente polémica), aunque Patagonia lo da a entender de manera bastante clara: “vote climate deniers out of office” (echa a los negacionistas climáticos del Gobierno).

Sin embargo, muchas de estas marcas tienen discursos progresistas más alineados con el Partido Demócrata que con el Republicano: Nike y su lucha antirracista, GAP y la diversidad, UBER y su apoyo al Black Lives Matter

Portada de TIME Magazine

La pregunta final y la más importante es: ¿sirve de algo que las marcas se impliquen en esto? La lógica nos dice que sí: su audiencia son millones de personas que van a estar bombardeadas con mensajes e información sobre el voto. Sin embargo, algunxs expertos opinan que la eficacia de esta estrategia es marginal, pues los colectivos que menos acuden a votar (personas de bajos ingresos, proletariado, inmigrantes…) no son el público objetivo de la mayoría de estas marcas. Se está pidiendo que vote a quien ya sabe que tiene que votar.

Aunque este sea un fenómeno interesante de seguir para quienes trabajamos en comunicación, creativamente no nos está dejando grandes piezas. Así que nos vamos a quedar con algo que no es publicidad sino historia: la revista TIME ha cambiado el logo de su portada tras casi 100 años de mantenerlo intacto. Y todo para decirle una vez más a Estados Unidos que se levante del sofá y vote.