A veces ir al grano es lo más creativo. En nuestra industria, desde luego, es lo más revolucionario. Y ciertos temas deben ser tratados sin mucha parafernalia.
Eso ha debido de pensar Uber, que en medio de una ola (que se está convirtiendo en marea) de protestas antirracistas, ha decidido hacer muy explícito su posicionamiento al más puro estilo Patagonia (¿no conoces “Don’t buy this jacket”?): está pidiendo a las personas racistas que dejen de usar sus servicios.
Como acción de marketing es redonda: con muy poca inversión ha consguido estar en un montón de medios. Pero nos gusta porque es mucho más que un cartel notorio. En una landing creada para la campaña, Uber desgrana las 15 acciones que llevan a cabo en su compañía para luchar contra el racismo y aporta valiosa información a lxs manifestantes de las marchas antirracistas del país.
Nos encantaría ver datos de los efectos que tienen este tipo de campañas tan valientes sobre las marcas que hay detrás. ¿Perderá Uber algún cliente? ¿Mejorará el posicionamiento de la marca?

