Esto del real time marketing no va solo de ser rápidos, va también de ser buenos. La publicidad de pandemia ha estado llena de marcas que primaron la velocidad a la calidad de su trabajo, llenando nuestras pantallas de vídeos de stock y mensajes manidos.
Este no es uno de esos casos. WaterAid y su agencia vieron una oportunidad comunicativa en el arcoíris, símbolo global de esperanza durante esta pandemia, pero no corrieron a explotarlo: esperaron a tener una pieza realmente buena que estuviese a la altura del concepto que habían encontrado.
El resultado demuestra que las grandes producciones no son siempre necesarias, pero que las buenas ideas nunca pueden faltar.